jueves, octubre 19, 2006

Que triste...Américo el Indeciso no tiene lugar para la duda

miércoles, octubre 04, 2006

Llamado a la Solidaridad




Hoy, en la Plaza San Martín, se llevará a cabo una marcha en memoria de las víctimas de los grupos guerrilleros, al cumplirse 31 años del intento de toma del regimiento de infantería 29 de Formosa por Montoneros. Una vez más, brota en la superficie de nuestros días cotidianos, una lucha que empezó hace ya tiempo atrás y no parece cesar. El país parece dividirse cada vez que se habla de los años setentas. Los militares desmienten la alarmante figura de los 30.000 desaparecidos, y los montoneros y demás grupos de izquierda parecen no asumir sus responsabilidades y delitos cometidos hace ya 30 años atrás. Junto con la asunción del Presidente Kirchner al poder, parece haberse creado una oleada setentista, paradójicamente liderada por los montoneros cobardes, aquellos que no murieron por sus ideales, sino que por el contrario se olvidaron rápidamente de ellos y crearon su propia fortuna con el uso de la política. Pocos parecen animarse a decir que la marcha del día de hoy es totalmente legítima. Mucha gente inocente murió por los atentados de Montoneros, ERP y demás grupos armados. Niños sin ideología que transitaban las calles de Buenos Aires fueron alcanzados por bombas, o mismo parientes inocentes de militares que poco tenían que ver con la guerra. Nadie puede negar estas nefastas muertes, como así tampoco nadie puede negar la de los 30.000 luchadores de una generación colmada en ideales y buenas intenciones.
Estas discusiones casi infantiles de ambos bandos, en las que unos se echan la culpa a otros, y discuten cuándo y quién empezó, jamás llegarán hasta buen puerto, hasta que ambos bandos acepten que fue una guerra, y que esta guerra ya terminó, y es en vano continuarla. Si España pudo superar su calamitosa Guerra Civil y Japón pudo sobreponerse de dos bombas atómicas, por qué es tan difícil para nosotros superar nuestros propios años oscuros.
No soy el único, quiero creer, que ya poco le importa quien es el malo ni el bueno, porque en las guerras no hay malos ni buenos, sino que hay dos bandos que se quieren matar los unos a los otros, y eso los hace malos a ambos. Así que, lector curioso, no intente dilucidar si el que escribe es de derecha o de izquierda, como solemos hacer la mayoría de los argentinos impregnados de una dicotomía poco real, sino que intente recibir un mensaje de un argentino con ganas de mirar para adelante y construir en vez de destruir.

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