lunes, junio 05, 2006

A pedido de Antonia....




A las cuatro y treinta y tres de la tarde, Jorge Allen baja del colectivo. Permanece un minuto en la vereda de Lacarra, observando a una mujer que se sube al mismo colectivo del cual él se bajó. Es hermosa y ha nacido para complacer a Allen y para ser complacida por el poeta. Allen sabe que de este momento depende su vida entera. No titubea y vuelve a subirse al 182 para torcer un poco el destino y viajar hacia Haedo, donde lo espera la felicidad.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

le doy las gracias algo atrazadas

5:15 a. m., junio 30, 2006  

Publicar un comentario

<< Home

Nauticomio © 2006